ALGO SE APRENDE

 Esta semana volvió a pasar. Entre abrazos y lágrimas de despedida he podido volver a intuir la esperanza.No tiene color. Es efímera pero certera, endeble pero tenaz. 


En el brillo de sus ojos y humedad en las mejillas, el sentimiento más puro que rompe las cadenas y desenreda los nudos del alma, cae en mi camiseta encharcando el pecho. 


Mis latidos rebotan en su cabeza, refugiada al amparo del que muchas veces ha enseñado, corregido, enfadado pero amado, a todos y cada uno de esos pequeños corazones. 


Nos hemos fundido en uno, aunque siempre lo hemos sido. Un grupo unido y diverso, pero al fin y al cabo, un grupo. 


No hay sentimiento más puro ni verdad más verdadera, que la que ofrece un niño, cuando al fin se da cuenta, no de lo que ha aprendido, sino de quien le ha amado.

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