ODISEA EN LA TIERRA

 El poder del pensamiento es la herramienta más grande que pueda poseerse y a la vez, la más peligrosa si no se puede o sabe dosificar con coherencia la magnitud de las consecuencias que puedan ocasionar la ejecución de los mismos. 

Pensar, permite e incluye de manera inherente la posibilidad de actuar y la capacidad de influir en las actuaciones de los demás si el objetivo es atractivo y la influencia potencialmente expansiva en un amplio círculo de seguidores activos, con ansia de devorar y aprehender cada fragmento presente y futuro que sea elaborado. 


El modo de actuación que engloba el actual sistema del que todos nos quejamos pero pocos remedian, consiste en consumir ideas pensadas para no pensar; una globalización digital orientada a la disminución de estímulos que provoquen el mínimo estrés e impacto emocional marchitando a pequeñas y continuas dosis la realidad de la habilidades humanas en la búsqueda de mejora y confrontación de problemas. Es necesario por ello, la búsqueda de soluciones o novedades que superen en éxito y capacidad cultural al esfuerzo de postín creado para adormecer. 


Desde el mismo momento en que nuestra joven y próxima generación comience a captar este mensaje para utilizar y transformar el libre pensamiento en objetivos funcionales y valiosos para el restablecimiento de una cultura distanciada del ocio barato, quizás las próximas redes sociales sean de tinta, papel y grafito. De palabras que consigan empolvar y relegar al abandono los servidores que almacenan el cúmulo digital devorador de vidas y neuronas. 


Quizás el mayor ejemplo y acierto de la historia cinematográfica fuera desconectar a “Hal 9000” para siempre, y que la Odisea terminara. 

Comentarios

Entradas populares