PRÓXIMO DESEO

 En la búsqueda del perfecto algoritmo que nunca apague el carrusel multimedia del que se alimenta la sociedad, se encuentra el afán de un progreso ilusorio, donde la mecanización y elementos facilitadores de la vida devuelven en su automatización la mente humana a una etapa neandertal, de simpleza y vagos recuerdos. 

Cuando elementos artificiales prenden con celeridad inadecuada la mente humana bombeando al máximo el centro de placer y recompensa sin descanso, la posibilidad de creación se pierde en detrimento de la capacidad de perseverancia, cualidad que sufre actualmente de una progresiva atrofia con desenlace poco alentador. 

En qué momento nos rendimos a cortejar y permitir semejante barbarie devora mentes. Quizás las redes fueran la manzana del Edén, aquella que nunca debió de ser cogida ni comida, aquellas que debieron mantenerse apagadas.

Si se utilizan con moderación son productivas y beneficiosas, reza el mantra popular, el mismo que regala a mentes inmaduras armas de destrucción neuronal. 

Harto complicado es el intento de detener y superar una adicción, más es el momento de sacar fuerza y despecho, dedicar tiempo a jugar con ellos, para que al llegar su próximo cumpleaños su deseo sea un libro, juego o jugar al viento.  

Cuando la realidad se observa a través de filtros, nunca se filtra la verdadera belleza.